Arte Románico en la Talla de Madera
Es un poco impropio llamar a este tipo de talla geométrica como "románico", ya que este movimiento se extiende, sobre todo en la arquitectura, en temática mucho más compleja y variada; Además, muchas de las formas que podremos meter en este "saco", no son típicamente románicas, sino prerrománicas, es decir, anteriores a este estilo. Diremos entonces que nos extendemos históricamente desde la caída del imperio romano, año 476 d.C. (este arte fue introducido en el occidente de Europa por los pueblos llamados "bárbaros"), en lo que se conoce como el "prerrománico", hasta comienzos del segundo milenio, en el que llega a su apogeo el "románico" propiamente dicho y se extiende hasta el 1200 aprox., fecha del inicio del estilo gótico.
Después de esta breve ubicación histórica, pasaremos a ver las características que va a tener esta decoración: No usaremos los relieves "hacia afuera". Toda la talla parte de una forma inicial, plana o curva, y se dirige hacia el interior, con cortes más o menos profundos. Los motivos los conseguiremos produciendo hendiduras y/o planos de corte con una configuración geométrica regular y habitualmente repetida para conseguir motivos muy ricos y complejos.
Para trazarla, (primero en papel, que es más fácil), realizaremos un cuadrado de 3x3 cm. aproximadamente y trazaremos las diagonales. A continuación marcaremos el incentro (punto donde se cortan las bisectrices) en cada uno de los cuatro triángulos que tenemos. ¿Qué? ¿que qué es eso del incentro y las bisectrices? ¿que hace mucho que dejásteis aparcado el dibujo técnico? Vaaaale, vamos a explicarlo, que es muy importante para seguir.
INCISO GEOMÉTRICO: Trazado de las bisectrices de un triángulo y del punto donde se cortan (incentro).
¿Ya está claro? Si has tenido problemas con esta explicación quizá deberías desempolvar ese libro de geometría que tienes abandonado desde hace... ¡bueno, no vamos a entrar en detalles!
Si has hecho todos los pasos hasta ahora deberías tener algo así:
En este gráfico he añadido el dibujo de la veta de la madera y unas flechas. Representan la dirección que debemos seguir a la hora de tallar. Para que os hagáis una idea, las líneas de trazo contínuo representan las aristas que van a quedar "arriba", es decir a la altura del plano de la tabla y las de trazo discontínuo son las que van profundizando hasta el incentro, el punto más bajo de la talla. Pues venga, vamos a la práctica:
La manera de tallar esto es marcar con la gubia de esquina desde los vértices, y siguiendo las líneas discontínuas, hasta el incentro, profundizando de menos a más. Cuando completemos las 3 marcas en cada triángulo, ya podemos coger el formón para terminar la estrella. Las flechas nos indican la dirección de avance del formón, o sea, el ataque de la madera. Sí, ya se que hay un par de cosillas raras. En dos lados tenemos flecha doble y en otros dos no hay flecha. Pues bien, no es ningún error. Donde tenemos flecha doble significa que es indiferente el sentido que llevemos, ya que estamos cortando totalmente perpendicular a la veta, con lo que el corte será perfecto siempre (si la herramienta está bien afilada, claro). Donde no hay flecha es un poco más complejo. Depende de pequeñas variaciones en la posición de la fibra de la veta. Realmente estamos cortando muy paralelos a la dirección de la veta, por lo que en algunos casos será necesario ir de derecha a izquierda y en otros, al contrario. No lo sabremos hasta que metamos la herramienta e intentemos cortar. Si el corte es fácil y limpio, estamos en la dirección correcta; si se atasca y arranca la madera, debemos parar y cambiar de dirección.
En este ejemplo, he hecho 4 estrellas de cuatro puntas juntas, aunque lo ideal es que empecéis sólo con una.
La razón de que hiciera cuatro en vez de una, es para que comprobéis cómo un elemento tan sencillo de tallar, puede crear conjuntos muy agradables cuando se combina repetidas veces. El resultado final, después de dar color y barnizar podría ser algo así:
Y, ¿qué pasaría si cada triángulo de la estrella de cuatro puntas lo dividimos en dos? ¡Exacto! Con la misma dificultad, obtenemos un dibujo de mayor riqueza, la estrella de ocho puntas, que ahora os propongo...
Y ahora, os preguntaréis alguno, ¿por qué no he marcado con doble flecha los cortes verticales? Todo tiene su explicación; ciertamente los cortes verticales se pueden hacer en las dos direcciones, pero mientras en el caso de la estrella de 4 puntas, la distancia del vértice al incentro era la misma fuera cualquiera el vértice por donde empecemos, en este caso no es así y aunque nos va a cortar bien en ambos sentidos, el corte siempre debe de realizarse en la dirección del camino más corto hacia el incentro, para tener más precisión. No me llaméis repugnante ni quisquilloso, es un truquillo útil de verdad, ya lo veréis cuando probéis a hacerlo de las dos formas.
La serie de 4 estrellas de ocho puntas quedaría así, después del acabado:
- La profundidad deber ser intermedia, ni muy superficial ni demasiado profunda, y en todas las zonas por igual.
- Las aristas deben quedar limpias y afiladas, esto es, los cortes deben estar bien definidos y uniformes. No deben quedar planas las aristas superiores, sino simplemente marcar el límite de los triángulos adyacentes. Lo mismo se podría decir para los vértices donde convergen varias aristas. Cuanto más afilados y limpios estén, mejor.
- Debe conservarse la continuidad de las líneas: diferentes aristas de triángulos contiguos, crean líneas rectas que no deben interrumpirse, para dar sensación de unidad.
- Los planos de cada cara deben estar hechos con sólo un corte, o al menos que no se noten planos de corte diferentes en la misma cara.
Nada más, si seguís estos consejos os saldrán unas estrellas perfectas. Ánimo y a por ellas, que son pocas y cobardes.
¿Estáis aburridos de rectas? Pues vamos a darle un poco de vidilla a este románico, que se nos estaba quedando un poco soso. Esto implica coger el compás, pero tranquilos los malos bailarines, que el tema no va por ahí. El compás de dibujo o, mejor aún, un compás de dos puntas, con las cuales podamos marcar en la madera. Tienen la ventaja de que no se borran las líneas como ocurre con el lápiz. No obstante, en los ejemplos yo usaré el de lápiz para que se vean mejor las fotos.
Ahora llega algo nuevo. Usaremos una gubia media caña y la pasamos por la forma de la hoja, teniendo en cuenta las flechas. Esto significa que dentro de la misma hoja, deberemos trabajar en los dos sentidos posibles, para seguir la dirección de la veta. Si no lo hacemos así, la madera astilla y rompe fácilmente. El movimiento debe ser curvado, como cuando metemos la cuchara en la sopa. Debe ir profundizando hasta llegar a la mitad de la hoja, y luego debe subir hasta terminar la hoja en el extremo, cuidando de que sea lo más afilado posible.
Ahora repetiremos el mismo proceso en el otro sentido, para terminar la otra mitad de las hojas. Siempre deberemos hacer este tipo de hojas antes de las esquinas y las estrellas centrales, para evitar que se rompan los bordes.
Cuando hemos terminado las hojas, podemos pasar a las esquinas, que en el centro de los círculos formados por las hojas, se crean unas bellas estrellas de 4 puntas. El primer paso será marcarlas con la gubia de esquina...
Y el segundo tallarlas con el formón como las estrellas conocidas. La diferencia es que una de las aristas de los triángulos es curva, pero al ser convexa, no tiene mayor dificultad. Lo conseguiremos fácilmente trazando la curva con el formón a la vez que vamos cortando. Con la práctica comprobaréis que es un movimiento sencillo.
Vamos ahora con un diseño muy habitual en el estilo románico e incluso ya visto es estilos anteriores. Se trata de la división de la circunferencia en seis partes iguales y de los dibujos que esa división nos permite.
La estrella de la fiesta será el "Sol pagano", o flor de seis pétalos, que aquí en Asturias conocemos también como "Flor del agua" y también "Galana", símbolo del amor, la belleza y la salud, que custodian "les xanes" o hadas y que aparece en las fuentes y remansos de agua en la mañana de San Juan, y que deben coger las mozas para procurarse su favorable influencia.
Tras esta introducción, vamos a dibujarla. Es muy fácil y creo que todos los que hayan jugado con los dibujos que se pueden hacer con un compás habrán terminado haciéndola. Partimos de una circunferencia. Sin cambiar la abertura, nos colocamos en un punto cualquiera de su trazado (sería interesante que para que la flor nos quedara derecha, hicieramos centro en el punto más alto). Haciendo centro ahí, trazamos un arco que corte por el interior a la circunferencia alos dos lados (es importante comprobar que ese arco pasa por el centro de la circunferencia inicial. Si no fuese así, algo falla. Es posible que se nos haya abierto el compás). Uno cualquiera de los puntos que corta será nuevamente el centro para otro arco idéntico. Repetiremos este proceso hasta conseguir 6 arcos y acabar donde empezamos. Ya deberíamos tener dibujada la flor. Y debería ser algo así:
Bueno, ahora todo esto hay que tallarlo. Os presento el esquema de las direcciones de la talla. Se encuentra también otro diseño, el molinillo de viento, que tiene dos direcciones posibles y que dejo sin mayores explicaciones para ver si sois capaces de dibujarlo vosotros. Luego os comentaré la única diferencia que hay a la hora de tallarlo. De momento vamos con el sol pagano. En esta ocasión variaré la forma de hacer las hojas. Aunque podría hacerlo como la flor anterior, en esta ocasión vamos a crear unos peciolos en las hojas para crear un efecto diferente. Esto hará necesario el uso de una gubia plana (recordad, la gubia que tiene algo, pero poca curvatura). Para ello, después de dibujar, pasaremos la gubia de esquina por el medio de las hojas, cuidando de entrar con poca profundidad, y salir de la misma manera.
Ahora usaremos esa gubia plana que os dije para ir desde el borde del dibujo hacia el fondo de la incisión que hicimos con la gubia de esquina. Repetiremos el proceso desde los dos lados, y luego pasaremos a las hojas exteriores.
Por último, podemos usar la técnica de tallar los triángulos para completar los espacios vacíos que nos han quedado dentro de la flor. El resultado sería más o menos así:
Para terminar esta sección, os presento un esquema con las direcciones de corte del sol pagano y los molinillos de viento, que dejo así en el aire, por si alguien se atreve con ellos. En cualquier caso, si alguien tiene dificultades, estaré encantado de ayudarle, pero, no os lo voy a dar todo hecho ¿no?, ;-)
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